El siempre recordado profesor Tierno Galván, el admirado alcalde de Madrid de 1979 a 1986, dejó claro que las promesas electorales están hechas para no cumplirse. Bastaría recordar algunas de las realizadas especialmente memorables para confirmar lo que dijo el viejo profesor, algo que podemos ratificar cada cuatro años en cualquier proceso electoral.
Como en Guadalajara tenemos también unas cuantas, y seguro que alguna nueva aparecerá estos días de campaña electoral, me he permitido recordar algunas promesas especialmente llamativas que, todas, han pasado a mejor vida ante el silencio de quienes lo prometieron y la complicidad olvidadiza de sus partidos políticos. Pero, por nosotros, que no quede.
En el año 2006, mayo, justo un año antes de las elecciones locales y autonómicas, el señor Barreda firmó un convenio en Guadalajara, a tres bandas con la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento, para construir lo que sería un vanguardista Palacio de Congresos, llamado nada más y nada menos que a descongestionar la Feria de Madrid. Duerme el sueño de los justos.
En 2007, año electoral como hemos visto antes, Barreda, experto en promesas incumplidas, anunció una futura autovía entre Guadalajara y Humanes y fue precisamente Humanes, donde el mismo protagonista, dijo en enero de 2011, justo unos meses antes de las elecciones en las que sería de nuevo candidato, que estaba a punto de licitarse la primera fase de esta obra. Duerme el sueño de los justos.
Desde tiempos de don José Bono viene pululando en los papeles la Autovía de la Alcarria, diseñada para potenciar el desarrollo de esta zona y crear un gran eje de comunicaciones entre las carreteras A-1, A-2 y A-3. Tan ambicioso proyecto, que tan alegremente se nos vendió, recibió el informe positivo de impacto ambiental en 2009 y desde entonces, si te he visto no me acuerdo. Duerme el sueño de los justos.
En julio de 2009 me llevé una gran alegría. Alguien del Gobierno de Zapatero anunció que la carretera nacional N-211, Alcolea-Monreal del Campo y que pasa por Molina, sería autovía. Al fin, se acordaban de mi tierra, aunque fuese por un motivo luctuoso como el tristemente recordado incendio del Ducado. La esperanza se desvaneció pronto, la iniciativa está parada desde 2010 y en los presupuestos del Gobierno de Rajoy de 2013 aparecerían para este proyecto una dotación vergonzosa de 16.000 euros. Duerme el sueño de los justos.
En Guadalajara, el 28 de abril de 2011, es decir un mes antes de las elecciones autonómicas y locales que desbancaron a Barreda y dieron el Poder a Cospedal, se anunció una profunda remodelación para los accesos a la estación de Renfe –una de las cosas más humillantes que tenemos en Guadalajara y que demuestran la nula, nulísima, influencia que tiene nuestra ciudad y nuestra provincia en Madrid-. Este medio digital daba cuenta de la adjudicación de las obras de remodelación por importe de casi 700.000 euros. A pesar de la vergüenza que supone la situación actual pronto pasaron las elecciones y todo quedó en el olvido. Duerme el sueño de los justos.
En marzo de 2015, es decir, semanas antes de las elecciones autonómicas y municipales, la Junta de Cospedal y el Ayuntamiento de Guadalajara, junto al Ministerio de Defensa y la Universidad de Alcalá firmaban un protocolo para hacer en el antiguo colegio de las Cristinas el nuevo Campus Universitario. Era en realidad un brindis al sol, como ya se está viendo, un convenio que dicho en lenguaje político no estaba "perfeccionado", es decir, que no servía para nada excepto para la foto. Y así estamos, y eso después de un intento de crear otro Campus años antes a las afueras de la ciudad, que fue un despilfarro económico enorme y un desatino sin precedentes antes de quedarse muerto. Y el nuevo intento, duerme el sueño de los justos.
Para muestra bien valen estos botones. Aunque podríamos mostrar unos cuantos cuentos más, no merece la pena (apunte usted, lector, los que quiera, encajan seguro), pues definitivamente las promesas electorales están hechas para no cumplirse.