Mi desazón ya es máxima, casi insuperable, ¡si hasta el benemérito cuerpo de la Guardia Civil que lleva 173 años caminando con todos nosotros por las sendas, caminos y carreteras de las castellanas Atienza, Sigüenza, Molina o Brihuega cree que Guadalajara es La Mancha!
Definitivamente, estamos perdidos. Puede ser el fin.
Pero no le culpo al responsable del tuit en el que el tan admirado Cuerpo felicitaba a "los manchegos" en el Día de la región porque, a fin de cuentas, es la consecuencia de la política que desarrolla el Gobierno regional desde hace muchos años confundiendo la parte manchega con el todo castellano-manchego y el mensaje está calando. Estarán felices.
El gran Madoz, en 1848, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, dejaba muy claro lo que era La Mancha; pero, claro, esto ahora parece que ya no se estudia en la Nación y pasa lo que pasa.
Y aunque esté de moda, tampoco parece que se lea mucho la Wikipedia, que dedica un extenso artículo muy documentado y esclarecedor a La Mancha. Y es que a pesar de todo, Cervantes incluido, la Administración regional parece haber conseguido que los no manchegos de Castilla-La Mancha perdamos la esperanza en que algún día alguien en Toledo defienda nuestra singularidad enriquecedora en lugar de la uniformidad aborregada que, al parecer, nos quiere imponer la doctrina oficial.
Por eso, digo, no culpo a la Guardia Civil por su confusión y ni siquiera a los muchos medios de comunicación que también caen en la trampa.
Wikipedia lo tiene claro: "Aunque esta comunidad autónoma incluye varias comarcas que nunca han sido vinculadas a La Mancha, es frecuente, pese a tratarse de un error, encontrar en los medios de comunicación y en el habla cotidiana referencias a la comunidad de Castilla-La Mancha como "La Mancha" y abreviar el gentilicio de la comunidad, "castellano-manchego", a "manchego".
Page, de quien cabe recordar para los más jóvenes que casi lleva más años en política y en el Gobierno de Castilla-La Mancha de los que tiene nuestra Constitución a pesar de su juventud (fue elegido concejal de Toledo en 1987 y hasta Bono, que le nombró para su primer cargo en la Junta en 1993, ha desaparecido a pesar de que parecía eterno.) trasladaba este miércoles en su discurso en Cuenca con motivo del Día de Castilla-La Mancha un sentimiento de cariño del pueblo de Castilla-La Mancha al resto de pueblos de España, pero se me ocurre a mí que quizá ese sentido cariño de nuestro presidente también debería aplicarlo primero a su pueblo castellano, y estaríamos todos tan contentos.
Decía también el Día de la Región su compañero en faenas y buen amigo de Page Fernández Vaquero, presidente de las Cortes, en un artículo muy elogioso a lo buenos que somos los castellano-manchegos y lo bien que lo hemos hecho en estos años autonómicos, publicado amablemente en varios medios regionales, que ahora contamos con un regionalismo leal (¡qué cosas, Dios mío!) y algo así como que la "unidad se fortalece con el tesoro de la diversidad".
Y yo coincido plenamente con ellos en eso de los pueblos de España y en lo del tesoro de la diversidad enriquecedora, pero no veo que ellos se apliquen el cuento en lugar de dar lecciones a los demás y se auto convenzan que Guadalajara, como Talavera, no es La Mancha aunque sí sea Castilla-La Mancha y que se respete, por tanto, como merece a este pueblo de nacimiento castellano y que además se aproveche esa diversidad para fortalecer la región.
No estaría de más, dado que sobre el papel Page y Fernández Vaquero lo tiene tan claro, que los ayuntamientos de Guadalajara pidan a través de mociones o como consideren oportuno, para reforzar esos nobles sentimientos de esas autoridades que la Junta de Comunidades haga una campaña en defensa de nuestra castellanidad, no reñida con nuestra ubicación administrativa y hasta de "regionalismo leal" dentro de Castilla-La Mancha, para que de verdad la Comunidad Autónoma se haga valer en defensa de nuestra diversidad histórica, cultural, social, económica enriquecedora, según Vaquero, y además así sintamos en Guadalajara el cariño de Page.
También se me ocurre, que un castellano de Hita como Alberto Rojo, delegado de la Junta en Guadalajara, o el delegado de Servicios en Molina, Alfredo Barra, también castellano de Rueda de la Sierra, que tan calladitos están con estas cosas (bueno, y con todas) se vean varias veces el video del programa del eterno Jordi Hurtado en su no menos eterno Saber y Ganar de TVE en el que de manera magistral, didáctica, sencilla, comprensible para todos, nos dice lo que es La Mancha, toda una lección de geografía que podrían pasar a sus compañeros de la Administración regional en Toledo y a todo el Gobierno de Emiliano Garcia- Page y que se debería visionar en las escuelas.
Y si usted ha llegado hasta aquí, y cree que esto es una tontería más con la que tenemos liada en España, pues permítame que le diga que no, en mi modesta opinión no, que si no se nos respeta en algo tan básico, sencillo y barato como es reconocer nuestra diferencia y castellanidad dentro de la región y además nos ponen cartelitos en las carreteras diciendo que por aquí pasó Don Quijote, mucho menos se nos respetará nombrando consejeros, haciendo autovías o eliminado los trasvases. Eso, se lo aseguro.