Brihuega acaba de celebrar el Día del Turista, una buena idea del Ayuntamiento que está adquiriendo peso propio como jornada de exaltación de las grandes posibilidades turísticas que ofrece la villa conocida con todo merecimiento como Jardín de la Alcarria, aunque en realidad es un conjunto monumental de enorme atractivo y con la ventaja de su cercanía a la capital del Reino.
Independientemente de los monumentos y rincones incomparables que ofrece al viajero, este Día del Turista briocense que ya cumple dieciséis años sirve, sobre todo, para destacar el empeño y esfuerzo continuado en el tiempo -que es lo importante al final-, que está haciendo su Ayuntamiento, para hacer de la localidad un lugar de referencia turística que pueda ayudar, en la medida de lo posible, a contrarrestar el inevitable declive de otras muchas actividades económicas y por tanto de la población, al que tampoco escapa.
Y destaco el esfuerzo de su Ayuntamiento porque, junto a Sigüenza, quizá sea uno de los municipios que más claro tiene su futuro en esta materia y que, además, cree, ésta y anteriores corporaciones, en las posibilidades reales de Brihuega como gran centro turístico y, de hecho, también están haciendo que lo piensen empresarios locales que ofrecen un notable compromiso y servicio de hostelería y restauración para los visitantes, más que notable en comparación con la media que nos ofrece la provincia.
Ese esfuerzo compartido de todos los vecinos de Brihuega, de su Ayuntamiento, está dando buenos resultados, muy buenos, en la recuperación de monumentos emblemáticos como el impresionante Castillo de Piedra Bermeja, con una restauración a cargo del 1% cultural del Ministerio realmente espectacular; su nuevo Museo de Historia o el proyecto para la Real Fábrica de Paños que tanto y tanto ha peleado su acalde, Luis Manuel Viejo, al margen de sus numerosos atractivos que todos conocemos.
Brihuega es Conjunto Histórico-Artístico desde los años 70, y si sigue por el camino del compromiso y esfuerzo que está demostrando será un ejemplo para otras localidades de la provincia, pero lo más importante es que podrá generar una notable industria en torno a sus posibilidades.
Porque, al final, lo llamativo es que la sociedad briocense también esté implicada y eso será garantía de éxito. No todo se queda en el impulso municipal, aunque sea en primera instancia el que motiva y arrastra otras iniciativas; lo realmente destacable es la implicación de la sociedad en eventos que se mantienen a lo largo de los años como la Corrida de Primavera, vital para la promoción de la localidad; su llamativo Festival de la Lavanda, que este año promete y está dando proyección mundial a Brihuega; su oferta gastronómica y hotelera; y otras muchas iniciativas públicas y privadas que actúan en sintonía y buena armonía.
Lo están haciendo bien, esa es la realidad.