El texto prohíbe las relaciones sexuales en el espacio público, así como la exhibición, el ofrecimiento y la demanda de sexo remunerado y especialmente cuando se lleve a cabo a menos de 500 metros de zonas residenciales, centros educativos o cualquier actividad comercial o empresarial.
En los casos en que tenga lugar dentro de este perímetro, se considerará una infracción muy grave, mientras que si se respeta esta distancia se entenderá como leve.
Al principio, sólo avisos
La Policía Local se limitará inicialmente a recordar a las personas que incumplan la normativa que dichas prácticas están prohibidas y si persisten en su actitud se iniciará el procedimiento administrativo, que puede suponer multas de entre 1 y 750 euros en el caso de las infracciones leves y de entre 750 y 1.500 en el caso de las muy graves.
La modificación incluye, además la reglamentación para la educación y resocialización mediante la prestación de trabajos en beneficio de la comunidad y la regulación de los ruidos domésticos excesivos derivados de domicilios y locales particulares y no únicamente, como ocurría hasta ahora, de locales de concurrencia.
El portavoz de Izquierda Unida, José Luis Maximiliano considera que el cerco a la prostitución trasladará el problema a otros pueblos limítrofes. ”No podemos medir por el mismo rasero problemas que son consecuencia de conductas incívicas, como el vandalismo, con otras situaciones cuya problemática es social. Lo único que podemos conseguir con estas medidas es agudizar aun más el rechazo de la sociedad y colocar a estas mujeres en una situación aún mayor de desigualdad y desprotección. En IU no consideramos que la prostitución sea un problema generalizado en nuestra ciudad, se circunscribe a determinados puntos de la periferia y creemos que incluir esta prohibición es una medida cosmética, una operación de imagen, para generar en los vecinos la sensación de que se está haciendo algo. Lo único que se va a conseguir es trasladar el problema a los municipios limítrofes".
Botellón: ¿erradicado o trasladado?
“Respecto al botellón, ya dijimos que el objetivo prioritario de esta Ordenanza era actuar contra los jóvenes que practican el botellón. El 65% de las sanciones impuestas en el 2009 son por este concepto. Respecto a los ruidos, ya existe una normativa al efecto, la Ordenanza Municipal contra la emisión de ruidos y vibraciones”, afirmó Maximiliano.
Por su parte, el concejal del Grupo Socialista, Eusebio Robles, señaló que la Ordenanza de la Convivencia no ha erradicado el fenómeno del botellón "sino que lo ha trasladado a zonas más apartadas y escondidas de la ciudad donde los jóvenes se juntan huyendo del control policial lo que añade a este fenómeno una peligrosidad que se suma a la suciedad que dejan en algunos barrios periféricos y al ruido que siguen generando en determinadas zonas de la ciudad".