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La Crónica de Guadalajara
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Martes, 3 de agosto de 2021

Un millar de vecinos de Nueva Sierra piden la dimisión del Consejo Rector

Más de 1.000 personas de la urbanización Nueva Sierra se manifestaron el pasado domingo por las calles de Albalate de Zorita y de la propia urbanización para exigir al Ayuntamiento de la localidad alcarreña o a la Junta de Castilla-La Mancha que pongan fin a los numerosos abusos que dicen sufrir por parte de "Mar de Castilla": los últimos de ellos serían la construcción de un hotel de lujo con dinero de la comunidad, cambiar la empresa de seguridad por otra mucho más cara y doblar la cuota por recogida de basura, todo ello a espaldas de los vecinos  
Actualizado 27 junio 2006 00:00
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Un momento de la manifestación en Albalate de Zorita

"Mar de Castilla es un oscuro entramado de empresas inmobiliarias que desde 1993 controla el Consejo Rector de la urbanización, en su exclusivo beneficio y en contra de todos los vecinos" según aseguran los organizadores de estas movilizaciones. La protesta, que se desarrolló sin incidentes pese al ambiente tenso que reina en la urbanización desde hace años, había sido convocada por la Asociación de Propietarios de Nueva Sierra y concluyó con la lectura de un manifiesto que enumera las principales irregularidades cometidas por la constructora y "su" Consejo Rector y exige la dimisión de éste último. 

"Tenemos derecho –explica el manifiesto leído- a que la gestión de la Entidad se haga en beneficio de los propietarios y en beneficio de los intereses de Mar de Castilla. Tenemos otros muchos derechos que reclamar, pero, mientras Mar de Castilla controle el Consejo Rector y utilice la Entidad para sus intereses económicos, todos esos derechos nos son negados. Por eso, exigimos la dimisión del Consejo Rector"

Desde el 2003 la Asociación de Propietarios ha presentado numerosos recursos ante el pequeño Ayuntamiento de Albalate, que se ha declarado incompetente para resolver un asunto de tanta envergadura. Esta inhibición del Consistorio, presidido por la socialista Covadonga Pastrana, ha movido a los vecinos de Nueva Sierra a interponer un recurso contencioso-administrativo en un juzgado de Guadalajara, presentará en julio una querella criminal contra los miembros del Consejo Rector de la urbanización y han decidido salir a la calle el pasado domingo para exigir medidas contra la indefensión que a su juicio sufren. 

La actitud de Mar de Castilla ha llegado al extremo de "apropiarse de propiedades sin escrituras que, a su juicio, les pertenecen". En 1993, por ejemplo, "ocupó" sin mediar decisión judicial alguna, un chalet del que disfrutaba una familia de Madrid desde hacía más de 10 años.  El chalet, "ocupado" forzando la puerta, no ha sido devuelto a sus propietarios ya que aún no hay sentencia judicial. Por esta ocupación, Ruperto González, representante de Mar de Castilla, recibió una querella de la familia afectada y está en busca y captura desde hace años. La Asociación de Propietarios tiene noticias de otras dos propiedades "enajenadas" de forma extrajudicial. 

Según la denuncia admitida a trámite en el juzgado contencioso-administrativo numero 1 de Guadalajara, Mar de Castilla compró en 1989 a la promotora original –PRUSA- casi 300 hectáreas de terrenos con la condición de costear todos los trabajos pendientes de urbanización, pero no sólo no ha hecho frente a sus obligaciones como promotora sino que "traspasó" a la comunidad esas obras hasta que el Ayuntamiento de Albalate lo prohibió.

En el año 2003, la Junta Rectora, encabezada por el representante de Mar de Castilla, José Ignacio García Rolland, sacó a subasta 472 parcelas propiedad de la misma Comunidad, y fueron adquiridas en subasta por Promociones Sierra del Sur de Madrid S.A., que está representada por las mismas personas físicas que Mar de Castilla y Europeo S.A. al precio de 300.000 euros (50 millones de pesetas), 30 veces por debajo de su valor de mercado. "La Junta, desoyendo una vez más a los vecinos a los que teóricamente representa, sacó a subasta las casi 500 parcelas en bloque y no una por una, lo que impedía pujar a los particulares".



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