En concreto, se han celebrado tres: la primera de ellas con colegios profesionales tales como el de arquitectos técnicos, ingenieros industriales o abogados; la segunda con representantes de la Cámara de Comercio e Industria de Guadalajara y la última, celebrada este miércoles, con CEOE-Cepyme Guadalajara.
En las mismas, participaron el alcalde de Guadalajara, Antonio Román; el concejal de Urbanismo, Juan Antonio de las Heras, técnicos municipales y el jefe del equipo redactor del avance, José María Ezquiaga.
El resultado de estos encuentros se considera satisfactorio, dado que en ellos se pusieron sobre la mesa las ideas y las propuestas de los diferentes sectores, cuestiones que se tendrán en cuenta en la elaboración del Plan de Ordenación Municipal.
Si usted aún no conoce las grandes líneas del POM, puede acceder a esa información haciendo click aquí. Y, eso sí, ármese de paciencia y de esfuerzo intelectal, porque no siempre es fácil entenderlo.
Además de estas reuniones sectoriales, por parte de la Concejalía de Participación Ciudadana se está informando a los diferentes Consejos de Barrio, acción que se ha completado con el buzoneo en los últimos días de 33.000 folletos.
El Ayuntamiento de Guadalajara ha puesto a disposición de los vecinos el avance del POM en la sección de Urbanismo de la web municipal. También se podrán remitir sugerencias, alegaciones y aportaciones al mismo a través de la dirección de correo electrónico [email protected]
Una aproximación al futuro...
Las líneas maestras sobre las que se desarrollará la capital alcarreña en los próximos tres lustros están marcadas en un documento informático breve pero jugoso, que LA CRÓNICA DE GUADALAJARA les adelanta. Son apenas medio centenar de pantallas de presentación en un fichero de "Power Point", pero que encierran dentro revalorizaciones de suelo y futuros negocios inmobiliarios... una vez que el cambio de ciclo se lo permita, dejando atrás la actual crisis.
Para imaginar esa futura Guadalajara se ha recurrido a José María Ezquiaga, un reputado urbanista al que cabría definir de "progresista" tanto por su concepción del oficio, la aplicación de sus teorías a proyectos concretos y su propia trayectoria profesional. No extraña, por tanto, que su designación fuera una de las últimas decisiones tomadas con Jesús Alique como alcalde. Ezquiaga mantuvo una gran actividad como planificador urbanístico en la Comunidad de Madrid en los años de Joaquín Leguina y la empresa pública Arpegio. Fue también el responsable técnico del Plan Estratégico del Corredor del Henares, planteado hace ya más de una década y auspiciado por la Junta de comunidades y la Cámara de Comercio a instancias de Javier García Breva, que ocupó por entonces diversos cargos relevantes en la Consejería de Industria regional.
Llevado a cifras, lo que resulta más notorio del avance es que se hace hueco para 14.873 nuevas viviendas, habilitando para ello 594 hectáreas. El suelo residencial se acompaña de medio millón de metros para oficinas e industrias, una cifra humilde si se observa lo que aún está pendiente de desarrollar, ya que el propio municipio de Guadalajara tiene un millón de metros ya recalificado en su parte de la Ciudad del Transporte, además de los terrenos del polígono del Ruiseñor. Si a eso se une la ampliación del polígono del Henares en Marchamalo o el SI-20 en Cabanillas del Campo, la competencia parece ciertamente dura en este aspecto.
Nuevo salto de la autovía
Aun sobre la base teórica de reconvertir a Guadalajara en una ciudad para vivir y trabajar, lo que parece evidente es que seguirá primando su vertiente residencial. Tanto es así que las viviendas saltarán decididamente la A-2.
Toda la franja que se inicia más allá de Cuatro Caminos y termina en el entronque con la Ronda Norte (un total de 154 hectáreas a pie de autovía) se ocuparán alguna vez con hasta 5.355 viviendas, dado que el redactor del POM sí deja claro que en Guadalajara se ha acabado la edificación en extensivo, plagada de chalets y pareados: la apuesta es clara por la vivienda en altura (pocas alturas, sí, pero en bloque) con una densidad estándar de 45 viviendas por hectárea. Los años de intentar el modelo americano de grandes o pequeños chalets con jardines precedidos de atascos parecen haber terminado definitivamente... al menos hasta la siguiente gran recuperación económica mundial.
Para conseguir crear un suelo aprovechable ha sido necesario "pintar" sobre la planimetría del término municipal una nueva gran avenida, la lamada "Ronda Sur", que enlazará la Ronda Norte y la N-320 lo más pegada posible a los escarpes de las alcarrias para así generar ese nuevo suelo, en una franja que hoy sólo es sembrados, barbechos y eriales entre algún que otro olivo.
Acercarse a Taracena... y al AVE, como se pueda
Nuevos barrios se avecinan también al otro lado de la Ronda Norte, mirando hacia Taracena. Precedidos por una banda de suelo terciario a pie de carretera, se mantiene el ya viejo proyecto de levantar allí 8.640 viviendas sobre 260 hectáreas, una promesa electoral lanzada en tiempos por el ex-consejero Alejandro Gil (ahora consultor de una conocida promotora de Guadalajara) y asumida por el actual alcalde. Esa zona no queda lejos del punto de conexión propuesto para la Autovía de la Alcarria, que sería el nudo de 2"Las Galeras", para enlazar con la R-2.
Más complicado, y menos concreto, es el modo de enlazar la ciudad de Guadalajara con ese "satélite" que es la estación del AVE, donde ya se pueden construir viviendas para 3.000 habitantes, que deberían pagar sus impuestos en Guadalajara y a cuyo Ayuntamiento presumiblemente reclamarán también servicios equiparables a los del resto de la capital.
Una novedad sobre el Plan anterior son, por pura lógica de los acontecimientos, todos los recursos públicos que exigirá la integración del nuevo campus de la Universidad de Alcalá. Ezquiaga plantea soterrar las vías del tren en trinchera al tiempo que la estación de Cercanías debería derivar en un "centro de transporte intermodal". Cerca de esa amplia zona docente y empresarial nacerá un nuevo barrio, que en sí mismo constituye una de las grandes originalidades del POM que ahora se empieza a estudiar: el "ecobarrio" del río Henares, limitado por el puente árabe, la carretera de Fontanar, la mota del río que actúa como defensa ante improbables crecidas y la Ronda Norte. Son 878 viviendas en 21 hectáreas de un suelo que incrementará exponencialmente su actual valor.
Visto con ojos de técnico, el Alamín aparece como lo que es: un amasijo de infraviviendas y de asentamientos irregulares que es preciso reordenar, especialmente al haber quedado sitiado por nuevos desarrollos.
El río, de nuevo
No todo es originalidad en esta propuesta de POM, ya que se recurre a viejas melodías como la de "integrar el río en la ciudad" y hacerlo, además, mediante un parque fluvial; la cantinela se viene entonando desde hace ya casi dos décadas en Guadalajara, con resultados cuando menos cuestionables.
Y junto con las ideas, algunas sugerencias que pueden chocar frontalmente con los hábitos políticos del lugar, como la de "completar las conexiones supramunicipales en el entorno inmediato", algo que es razonable pero al parecer inconveniente, como acredita la imposible aplicación del plan ASTRA para comunicar por autobús la capital con los pueblos de la comarca.
En su análisis de la situación actualmente existente, el avance del POM revela que no es el centro de la ciudad el barrio más envejecido, sino el Balconcillo, donde la media de edad de los vecinos ronda los 60 años.
En la rueda de prensa iniciada por Antonio Román a las 11 de esta mañana para presentar públicamente este documento, el alcalde ha asumido que el proceso administrativo preliminar que ahora se abre puede prolongarse "al menos por dos o tres años" hasta empezar a plasmarlo en POM concreto y aplicable.
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