La captura se llevó a cabo a petición del concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sigüenza, al recibir esa concejalía repetidas quejas de vecinos de la localidad. En ellas, los ciudadanos habían comunicado que este animal entrañaba peligro ya que se encontraba en un barranco próximo a la Catedral y los chicos pequeños del pueblo se asomaban por el puente románico para verlo e incluso echarle comida, corriendo el peligro de precipitarse desde una altura de 30 metros aproximadamente. El jabalí permaneció varios días en ese vado a pesar de hallarse en el mismo centro de la Ciudad del Doncel.

La captura del jabalí fue posible gracias a la colaboración de tres vecinos y cuatro perros de agarre, que en apenas dos minutos sujetaron al jabalí. Posteriormente se procedió a su inmovilización atándole la boca y las patas, sin que sufriera ningún daño. Después de la captura, el animal fue liberado en su entorno natural.