Jueves, 5 de agosto de 2021    
¿Hay razones para el pánico nuclear en Guadalajara?
Actualizado 21 marzo 2011
Desde que lamentablemente aconteciera la catástrofe de Japón en forma de terremoto y tsunami, con miles de muertos de por medio, y la planta nuclear de Fukushima se viera gravemente afectada, han sido muchos los interesados en colocar el debate nuclear en primera plana para hacer uso de la demagogia gratuita y del engaño como forma de hacer política.

Quizás cabría recordar a este tipo de gente, en muchos casos responsables políticos -–o mejor dicho irresponsables–, que es en estos momentos cuando hace falta hacer un ejercicio de responsabilidad para no caer en la falsedad más absoluta. No en vano, y aunque es una obviedad la necesidad de reformar nuestro sistema energético para que la dependencia energética no sea tan sumamente fuerte, valga para muestra un botón.

El 33% de la electricidad de la Unión Europea es de origen nuclear, y curiosamente los países que más centrales tienen son EEUU con 104 centrales nucleares, Francia con 58 y Japón, que en este caso tiene 55, o lo que es lo mismo, tres de los cinco países más desarrollados del mundo junto con China y Alemania.

Por tanto, el caso de España, donde tan solo hay ocho centrales nucleares, no puede compararse de ningún modo con lo acontecido en Japón.

En primer lugar, habría que recordar que ninguna de las centrales nucleares españolas está situada en zona sísmica, por lo que las probabilidades de que ocurra algo similar a lo que ha pasado en el país nipón son bastante remotas, donde se cuantifican en unos 1.400 los terremotos de diferentes grados que se producen al año.
Igualmente, y para todos aquellos que han aprovechado esta tragedia para hacer gala de su negativa a este tipo de energía por su supuesta inseguridad y por el peligro que puede acarrear para el país que le da cobijo, cabría recordar el diseño robusto de las centrales nucleares y su preparación para aguantar cualquier tipo de incidencia, incluidos terremotos, huracanes o incluso explosiones. Prueba de ello, –dentro de las evidentes dificultades que está atravesando– es el estado que sigue presentando la propia planta de Fukushima, pese al enorme sufrimiento y el stress que ha sufrido tras un terremoto de 8,9 grados en la escala Richter y un tsunami de consecuencias incalculables.

Llegados a este punto, también tendríamos que lamentar el alarmismo y el pánico que se ha desatado por parte de algunos dirigentes europeos –quienes en vez de dar ejemplo se han dejado llevar por el miedo– y por supuesto la falta de cintura política en comentarios y comparecencias tan poco acertadas como la del comisario europeo de Energía al hablar de apocalipsis. ¡Que se acaba el mundo!, le faltó decir.

En definitiva, que la tragedia acontecida en los últimos días no debe hacernos caer en demagogia. Lo que está claro es que la energía nuclear es en la actualidad muy importante para el futuro de sistema energético mundial, tal y como lo demuestran los datos objetivos, aunque también lo es seguir avanzando en materia de seguridad.
Lo ideal, un mix energético, en el que no se dependa única y exclusivamente de una sola fuente de energía.

Javier Pascual es responsable de Prensa del PP de Guadalajara