Miércoles, 4 de agosto de 2021    
El ecologismo se moviliza contra las inversiones para aprovechar más el Sorbe
El Río Sorbe nutre de agua a buena parte de la provincia.
Se oponen al trasvase de agua desde el Alto Sorbe al embalse de Alcorlo (río Bornova) por el impacto que tendrá en la flora y fauna de los zonas protegidas por la Unión Europea.
Actualizado 19 diciembre 2007

El pasado 10 de noviembre, el MIMAM sacó a información  pública la construcción de un trasvase de agua desde el Alto Sorbe al embalse de Alcorlo (río Bornova). Ambos ríos se sitúan en una zona virgen al noroeste de Guadalajara declarada ZEPA y LIC por la Unión Europea e incluida en la red Natura 2000. Sus importantes hábitats y especies de flora y fauna son prioritarios y merecedores de la mayor protección a todos los niveles. Castilla-La Mancha estudia incluirlos en un  Parque Natural. 

A pesar de existir otras opciones que no impactan a la red Natura 2000, Aguas del Tajo ha seleccionado un proyecto que sí le afecta, algo que la Directiva Europea de Hábitats prohíbe expresamente hacer . 

Esta infraestructura hidráulica tendría como objetivo trasvasar volúmenes de agua destinados a presuntos desarrollos urbanísticos e industriales previstos en el Corredor del Henares para el horizonte 2030. Esta región sufre un aumento especulativo de recalificación del suelo para ofertar vivienda de nueva construcción. Por ejemplo, Alcalá de Henares pretende urbanizar el 80% de su término municipal

A juicio de las organizaciones firmantes, se trata de una obra sobredimensionada e innecesaria, ya que actualmente se está ejecutando una tubería desde el Embalse de Alcorlo que garantizaría sobradamente el abastecimiento de agua a la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, incluso más allá de los plazos y umbrales de garantía establecidos en el Plan Hidrológico del Tajo. El trasvase se proyecta para una población superior a 800.000 habitantes, un 230 % mayor que la actual, y aplica unas dotaciones y consumos por persona y día de 344 litros, muy por encima de lo previsto para otros sistemas de abastecimiento en la misma cuenca hidrográfica, como el Canal de Isabel II que lo establece en 280 l/h/día.

Los colectivos ecologistas lamentan que el proyecto se adelante ahora para evitar el proceso de planificación hidrológica y la participación pública que exige la Directiva Marco del Agua para 2008, en el que se tendrá que definir cómo conseguir el estado de conservación favorable para las zonas protegidas de la Red Natura 2000. Igualmente que se vuelve otra vez a la política hidráulica tradicional, impactante y desfasada, ignorando las tendencias actuales en las que se apuesta por otras opciones como la gestión integrada de cuencas, con múltiples soluciones que pasan por el ahorro la eficiencia y una variada oferta de obtención de recursos alternativos, como la compra de derechos a los regantes del Bornoba, compatibles con la idea de mejora y conservación de nuestros ecosistemas fluviales.

El trasvase atenta contra buena parte de la legislación española en materia de biodiversidad, medio ambiente y aguas. En concreto, la presa y la pérdida de la mayoría de su caudal natural ocasionarían una importante disfunción y sin duda propinará un golpe definitivo a las incomparables y valiosas alisedas de ribera del Sorbe, un hábitat prioritario de la Directiva Europea de Hábitats. La nueva carretera de acceso a las obras infligirá, además, un grave impacto crítico en una zona virgen de gran belleza paisajística y potencialidad para el turismo rural. 

Por todas estas razones, las organizaciones enviarán alegaciones, difundirán el proyecto y denunciarán el caso ante la Ministra de Medio Ambiente, expresando su más profundo rechazo y solicitando para el proyecto la declaración de impacto ambiental negativa.