Granada puso en marcha este martes una Ordenanza de la Convivencia promovida por el Ayuntamiento que pretende erradicar de sus calles actividades como la prostitución a través de la imposición de sanciones de hasta 3.000 euros, tanto para los clientes como para las mujeres que la ejercen.
La entrada en vigor hace que se vuelva a abrir el debate sobre este asunto, como ya se hizo en su día en Guadalajara cuando la concejal de Seguridad, María Jose Agudo, anunció una medida similar para capital.
El Ayuntamiento de la capital, sin embargo, prohíbe las relaciones sexuales en el espacio público, así como la exhibición, el ofrecimiento y la demanda de sexo remunerado y especialmente cuando se lleve a cabo a menos de 500 metros de zonas residenciales, centros educativos o cualquier actividad comercial o empresarial, con multas que en ningún caso exceden de los 1.500 euros.
En los casos en que tenga lugar dentro de este perímetro, se considerará una infracción muy grave, mientras que si se respeta esta distancia se entenderá como leve.
Como en el caso de Granada, la Policía Local se limitará inicialmente a recordar a las personas que incumplan la normativa que dichas prácticas están prohibidas y si persisten en su actitud se iniciará el procedimiento administrativo, que puede suponer, y ahí está la diferencia, multas de entre 1 y 750 euros en el caso de las infracciones leves y de entre 750 y 1.500 en el caso de las muy graves.
A diferencia de en Guadalajara, el PP de Granada, aunque tiene mayoría absoluta, contó con el apoyo del PSOE local para aprobar la nueva norma, vigente desde este martes aunque no se empezarán a poner multas hasta dentro de un mes. El tercer partido en el ayuntamiento andaluz, IU, se opuso a la norma