Ambos políticos recuerdan que la empresa Rayet compró la tercera parte del inmueble por 611.000 euros en 2005 (las otras dos ya eran suyas) para que, según el Pliego de condiciones particulares que habían de regir la enajenación mediante subasta de la participación indivisa que el Ayuntamiento de Brihuega poseía de la citada real Fábrica, esta empresa restaurara el edificio para dedicarlo a uso hotelero o, en su caso, a una actividad que repercuta en el desarrollo económico-social del municipio de Brihuega.
Esta condición, además, debería tener cumplimiento efectivo en el plazo máximo de tres años a contar desde el momento de la adjudicación definitiva del contrato. Pues bien, transcurrido un plazo más que sobrado de tiempo, este Bien de Interés Cultural presenta un estado de conservación que amenaza ruina.
“Tenemos un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural, que está en ruinas; una empresa que a día de hoy no ha cumplido lo acordado en el pliego de condiciones particulares que regularon la enajenación del inmueble, y unas administraciones (regional y local), que están haciendo “la vista gorda” sobre el asunto”, resume Izquierda Unida.
Izquierda Unida va a presentar sendas mociones en el Ayuntamiento de Brihuega y en