El alcalde de Almoguera, Luis Padrino, en declaraciones a LA CRÓNICA DE GUADALAJARA, ha defendido la polémica originada desde la misma publicación este miércoles en el Boletín Oficial de la Provincial de una insólita medida, aunque tuviera su origen en el Pleno municipal del 11 de febrero y desde entonces hubiera pasado desapercibida.
Según indica el texto de la Ordenanza, “las grabaciones fotográficas y de video en los encierros solo podrán realizarse por orden judicial. Solo podrán realizar estas grabaciones las personas autorizadas por este Ayuntamiento, previo pago de lo establecido en la Ordenanza Fiscal correspondiente que son 200.000 euros”.
Padrino considera que el recorrido por el que transcurre el encierro, que se celebrará los días 17,18 y 19 de septiembre, “no son vías públicas”, ya que a su juicio “están cortadas al tráfico desde horas antes y es el Ayuntamiento quien decide quién entra”. El primer edil de Almoguera lamenta la actitud de los grupos ecologistas de los que critica “que se creen que todo el campo es suyo”. En este sentido, asegura que la medida evitará “que alguno se trague los dientes”.
El alcalde de Almoguera asegura que lo que se busca “es la defensa del animal”, aludiendo de esta forma a las otras disposiciones que publicaba este miércoles el Boletín Oficial, como el hecho de que “queda prohibido totalmente maltratar a las reses, así como atropellarlas con los vehículos, dejando que el recorrido del encierro transcurra con normalidad”.
La Ordenanza prohíbe, además, “fumar dentro y fuera de los vehículos”, “pisar los cultivos”, “consumir bebidas alcohólicas”, “conducir temerariamente en el transcurso de los encierros, el derrape de los vehículos o hacer caballitos”.
Asimismo, la Ordenanza establece que “los vehículos particulares del encierro servirán para la protección de los corredores a pie, en cualquier momento de peligro por los animales hacía el público”.
El portavoz de Ecologistas en Acción de Guadalajara, Alberto Mayor, en declaraciones a este diario, considera que “el alcalde de Almoguera está acostumbrado a ser el dueño del cortijo”. En este sentido, asegura que “esta medida le parece una vergüenza, que deja de manifiesto que se quiere ocultar algo".